El partido comenzó con el tradicional Haka de los Neozelandeses, dándole adrenalina al ambiente; pero no fue solo el haka, ya que los hombres de negro entraron a la cancha, como si fueran a jugar su guerra que simbolizan con esta danza conocida.

Los primeros cuarenta minutos fueron de total dominio All Black, aunque con varias imprecisiones, pudieron abrir el marcador a través de su medio Scrum que junto al apertura William Ripia, fueron las grandes figuras de este equipo. Luego del Try de Andrew Ellis, la conversión de Ripia, dejaba a los oceániacos arriba 7 – 0 en el tanteador.

Luego el partido siguió con muchos errores, pero con un solo dominador: Nueva Zelanda, lo cual le permitió alejarse en el marcador, con dos penales de su apertura y un Try de Aaron Bancroft, que dejó el score 20 – 0 , a la espera de los últimos cuarenta minutos de juego.

La segunda etapa, fue un poco más entretenida, con los mismos errores, pero con mas ganas por parte de los franceses, lo cual le dio un condimento especial al partido.

Los Gallitos buscaron durante los primeros veinte minutos del complemento, lo que les permitió quedar a solo dos puntos de su rival.

Las acciones fueron en primer lugar de su segunda línea y gran jugador, Loic Jacques, que luego de un juego continuado de los gordos, apoyo en el ingoal de Nueva Zelanda.

Francia siguió buscando con su espíritu que lo caracterizó todo este torneo, y lograron visitar el ingoal negro en dos ocasiones más, primero fue el wing Vincent Roux, y dos minutos más tarde el medio scrum galo, aumentaba las esperanzas Francesas, y las del público que a esta altura ya se inclinaba por los Europeos.

Pero los all blacks, son los all blacks, con ellos no se juega, y menos con su orgullo, estos chicos ya estaban golpeados anímicamente, por haber perdido la posibilidad de un try campeonato, y no iban a dejar pasar este tercer puesto..

La pareja de medios, y quizás la mejor del torneo (hablando de trabajo en conjunto ), se cargaron el equipo al hombro, en el momento que se les venían los franceses, y supieron controlar las acciones, para luego desplazar el juego y ganar cómodamente.

El primero en golpear, y por segunda vez en la tarde fue el medio scrum, Andrew Ellis, que sumado a la conversión de Ripia, marcaban una diferencia para jugar un poco más tranquilos y buscar otras alternativas. Que no tardaron en llegar, algunos cambios dieron aire al equipo, y el recién ingresado Stephen Brett, logró visitar el ingoal galo, que sumado a su conversión, estiró las ventajas.

Ya casi llegando al final, mientras Sudáfrica y Australia, reconocían el campo de juego, Hosea Gear, marcó su try y selló el resultado, en una victoria por momentos complicada, pero sobre el final contundente 47 – 21 , a favor de Nueva Zelanda.

Ya hemos llegado al final de esta cuarta edición de la copa del mundo para menores de 21 años, fueron 16 días a todo rugby, viendo a estos chicos pasear por nuestra provincia, llenaron de color las calles mendocinas, y la verdad que este aire de Mundial se va a extrañar, pero es una experiencia única que hemos sabido aprovechar todos los amantes del rugby, y quedará guardada para siempre en nuestra memoria.