Uruguay se juega todo o nada para seguir en las eliminatorias

No hay más oportunidades para ensayar estrategias o probar jugadores, el ganador es el único que quedará en camino para el Mundial de Nueva Zelanda 2011 y todos son conscientes de ello.

El vicepresidente de la Unión de Rugby de Uruguay (URU), Alejandro Sagasti, dio ayer el puntapié inicial del partido. "Uruguay llega a este compromiso luego de una extensa preparación, habiendo disputado una gran cantidad de partidos internacionales", puntualizó Sagasti, quien nuevamente fue el encargado de dirigir la conferencia de prensa ante la ausencia del presidente de la URU, Gustavo Zerbino.

"Es un partido que sí o sí hay que ganar. Estamos hace mucho haciendo un esfuerzo grande para lograr el objetivo", aseguró el capitán celeste Carlos Arboleya, quien confía plenamente en el sistema de juego y sus compañeros.

"Están los que quieren estar, las puertas no están cerradas para ninguno y pueden venir todos los que quieran seguir esforzándose", afirmó Arboleya, mientras comentó que no saben nada del rival y tienen confianza en poder tener la pelota y plasmar el juego que vienen entrenado desde comienzos de año cuando asumió el argentino Gonzalo Camardón.

Por su parte, Emiliano Caffera explicó que los más experimentados del equipo tratan de trasmitirle al grupo que son partidos difíciles, pero que son partidos al final.

"Es un buen grupo, muy divertido y muy comprometido", resaltó Caffera, quien ya integró más de un seleccionado nacional y recordó que todavía falta mucho para el Mundial, y que si le ganan mañana a Kazajistán viene un proceso muy largo hasta noviembre.

Poco saben los Teros del juego del rival y poco parecen saber los Nómades de Uruguay, por lo que nadie puede predecir qué pasará mañana en el Charrúa, donde desde el año pasado los Teros se sienten como locales y juegan todos sus partidos.

"Va a ser muy duro y Uruguay es favorito", destacó el capitán de los Nómades, Timur Mashurov, quien sorprendió a todos al aparecer en la conferencia de short y remera, es que en Kazajistán en verano la temperatura máxima es 12 grados por lo que sin duda se sienten más que cómodos acá.

"Es un equipo muy joven, estamos apostando al futuro, por lo que es bastante imprevisible lo que podemos dar en la cancha, podemos jugar muy bien o no tan bien", dijo el capitán de 28 años, uno de los mejores de plantel.

Los rugbistas de Kazajistán tuvieron muchos problemas con los vuelos y recién ayer por la tarde estaba previsto que se reunieran todos, habiendo iniciado el vuelo el pasado sábado.