Coaching
El scrum como filosofía de juego por José Angelillo
 

El scrum junto con el tackle son dos aspectos distintivos del juego del rugby. En la filosofía del San Isidro Club, el scrum es la base del juego de los delanteros, es el punto de partida para la construcción de un pack y un medio ideal para lograr la disciplina individual y de conjunto de los forwards.

Debe quedar bien claro que el scrum es un medio y no un fin en sí mismo, donde todos los delanteros aprenden a actuar en conjunto al servicio del team. Es muy importante la obtención de la pelota en esta formación, pero más importante es ganar la batalla psicológica que se plantea cada vez que dos packs entran en contacto para disputar el scrum.

Debemos entender que la formación (el Scrum) es solo la punta del iceberg, la formación es lo que se ve, pero detrás de esto existe todo un espíritu de juego, una forma de hacer las cosas que van más allá de la simple formación pero que hacen al juego en su conjunto, hacen al rugby, hacen a una manera de encarar cada desafío.

No es el aspecto formal lo relevante del scrum, cuando el SIC comenzó con esta filosofía muchos clubes del interior especialmente intentaron copiar o emular lo que nosotros hacíamos, pero desde el aspecto técnico, posición del cuerpo, posición de las piernas, empuje coordinado, "bajadita", etc. Se ha hecho mucho hincapié en técnicas y formas y no pudieron ver que detrás de la formación existe toda una cultura.

Existen elementos que con el convencimiento se transforman en creencias muy difíciles de enfrentar: Fe + Confianza + Actitud, se transforman en un círculo virtuoso que mejora el entrenamiento y consecuentemente el juego, y no solo mejoramos en técnica de grupos sino también en sus subgrupos (primera línea, segunda línea, tercera línea, eje izquierdo, eje derecho, eje central).

Comenzamos a comprender y aplicar aspectos que no tienen que ver con la técnica pero hacen al todo, aprendemos acerca de la solidaridad, aprendemos acerca de la comunicación, aprendemos acerca del pack, del conjunto de jugadores que luchan por un objetivo común.

Esta cultura promueve valores que son aplicados en cualquier aspecto de nuestras vidas; valores de concentración, de visualización, de comunicación; promueve la actitud de anticiparse a lo que va a pasar para estar preparados y alertas antes que las cosas sucedan, y eso se irradia hacia todos los componentes del todo.

Lo primero que te enseñan del scrum, son cosas que no tienen que ver con el scrum, como por ejemplo tener la indumentaria apropiada para la práctica desde la camiseta hasta los botines, y desde el pantalón hasta los tapones apropiados, todo esto nos predispone mejor hacia la realización de la práctica.

Y todo esto repercute directamente en la performance que tendremos luego ante la real adversidad del partido. De hecho en un partido, cuando tenemos una situación de scrum, los equipos del SIC empezamos a formarnos antes de que ocurra el scrum, esto hace que la cultura y la creencias, así como nuestra filosofía y nuestros valores surjan espontáneamente; visualizamos con anticipación lo que va a ocurrir, y son ocho voluntades que conocen a la perfección cual es su responsabilidad y tarea. De esa forma convergemos hacia un mejor desarrollo.

En el SIC enseñamos principios y valores que van a ser utilizados durante todo el partido y en todas las situaciones que ocurran. Con estos principios y valores podemos comprender cosas que de otra manera sería imposible. Comprendemos que cuando un jugador está técnica o anímicamente bajo, todo el pack sufre y cuando sufre el pack, el equipo sufre.

Todo es simple y elemental, los detalles hacen al mejoramiento del scrum.

Tenemos la cultura del detalle, de la actitud, de la predisposición, del ánimo.

El scrum tiene la particularidad de hacer crecer estos valores, y los jugadores mejoran su actitud y esto los lleva a mejorar los planteles, y por supuesto cuando mejoran los planteles mejoran las divisiones y así consecuentemente logramos mejorar el juego del club. Todo esto apuntando al crecimiento y la educación, y el SIC es un club que ha crecido a partir de sus jugadores a partir de la educación.


A partir de todo lo dicho es que podemos empezar a hablar de la técnica del scrum. Sin comprender lo antes mencionado, solo tenemos una parte de toda esta cultura. Recuerdo que jugando en el seleccionado de Buenos Aires, nos tocaba jugar con Tucumán en cancha del CASI. Allí uno de los segundas líneas era Brian Anthony, todavía jugador de San Andrés. Mientras estábamos en el vestuario note que los tapones de Brian no eran ideales para el estado de la cancha, eran buenos tapones pero no para ese partido. Ahí le pedí a Brian que los cambiara, y así lo hizo. Durante largo rato estuvimos a 5 yardas de nuestro in goal, defendiendo lo que parecía una inminente derrota. En un momento, ya terminando el partido, sancionan un scrum a favor de Tucumán que tenía un pack poderoso, ... y lo ganamos, conclusión, si Brian no hubiera cambiado esos tapones, hubiésemos terminado desparramados dentro del nuestro in goal. Por eso decimos que los detalles son los que desarrollan nuestra cultura. Llegar a tiempo, estar atentos, concentrados, con la indumentaria correcta, con predisposición, con actitud, con espíritu de ayuda, son detalles que marcan la diferencia final. No es la técnica la que marca la diferencia sino "como" hacemos las cosas.

"En le momento que creemos que la tenemos (a la pelota) la perdemos", esto nos enseñan la cultura del SIC. El concepto es saber que nunca estamos perfectos, siempre hay más,... en el SIC culturalmente nunca nos quedamos quietos.

Y por supuesto lo que tiene que quedar en claro para poder transmitirlo es el "por qué" de las cosas. La explicación pedagógica de hoy debe incluir el sentido, el por qué. De lo contrario no alcanza, no suma, no educa. No se puede enseñar mística sino con un mensaje claro y convincente. Filosofía y juego deberían ser una sola cosa.

Hoy es necesario hacer una síntesis entre Valores, Cultura, Principios y Técnica.

Horacio De Martini

Ex jugador del plantel superior durante la década del 60, entrenador de equipos juveniles y del primer equipo junto con Don Catamarca Ocampo y Veco Villegas en la década del 70. Participó del primer cambio del San Isidro Club y fue miembro del plantel que viajó a Sud África invitado por el rugby de ese país en los primeros años de los 70. Miembro de la Comisión Directiva del SIC y exitoso hombre de familia y negocios.

Nosotros llegábamos al club y sabíamos que quienes nos dirigían, nos cuidaban. Convivíamos con los fundadores del SIC que nos decían que este era el mejor club del mundo y sus alrededores. Había un principio de amistad muy profundo.

El SIC no tenía una escuela ortodoxa de rugby, lo único que estaba claro era que los Forwards debían conseguir la pelota y los Backs correr con ella. Hasta que se decidió traer a Don Francisco Ocampo que ya había pasado por otros clubes (Obras, Olivos, San Fernando, Liceo), pero nunca encontró materia prima para desarrollar su famosa técnica de Scrum. Y en el SIC o encontró, encontró buenos jugadores, inteligentes y con hambre de mejorar. Y allí comenzamos a aprender esta cultura, esta filosofía, esta forma de hacer las cosas. Don Catamarca era un filosofo que no solo enseñaba técnica de Scrum, sino todo lo que tenia que ver con los valores y principios. Allí aprendimos dos aspectos básicos:

1) Aprendimos gráficamente que el Scrum debía ser una sola espalda


2) Aprendimos que la flexión debía ser homogénea

Un punto importante era que todo esto funcionaba solo si existía concentración y esto significa que tanto el contrario como el referee, no existían. No se hablaba con el referee y se discutía con el contrario, ni podía haber inconductas para lograr concentración. Y con el tiempo esto llego a ser una carácter distintivo de los equipos del SIC, su disciplina y concentración. Este pequeño detalle ha hecho que muchos equipos del SIC y el SIC mismo sean considerados un ejemplo a copiar.

Podrán cambiar las épocas y los tiempos, pero lo que nunca vamos a permitir es que se alteren los valores principales de este club.

Principios del entrenador del SIC

A) Mi gente. Ser líder de la división que me toca


B) Capacitación. Debemos estar a la vanguardia del conocimiento


C) Asumir riesgos para mejoramiento del equipo

Esperamos que esto nos pueda servir para mejorar la calidad de nuestro juego y por supuesto para crear más y mejores hombres de rugby de bien.

José Angelillo - Coaching UAR
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