Agustín Pichot

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13.06.2007 | 13:02
Quiero seguir jugando para divertirme

Agustín Pichot, medio scrum de Los Pumas y capitán del Seleccionado, recién en estos días pudo empezar a descansar. El título de la liga de Francia que el Stade Francais le ganó al Clermont 23-18 el sábado generó mucho festejo.

Había que estar con los hinchas, los sponsors; pasear en un bus sin techo por Champs Elysées.

Ser recibidos por el alcalde de París, ir a Roland Garros. Agustín Pichot, figura del Stade (un CASI del rugby argentino o un Boca de nuestro fútbol, como a él le gustaría que se comparase al equipo) fue torero (el físico no da para toro) en rodeo ajeno, por sus fintas, sus amagos, su conducción.

Sólo hubo dos capitanes extranjeros en los 13 títulos de París.

"Un honor", como el medio scrum sintetiza. Y después de tanto trajín, tanto festejo, las merecidas vacaciones en Europa con su mujer y sus dos hijas. Pero antes de disfrutar del mar y del sol.

-Iban perdiendo, hiciste un try a los 70', lo dieron vuelta otra vez, levantaste el trofeo... ¿Podría haber salido mejor?
-No, difícilmente. Después de una lesión como la del año pasado (NdeR: cuatro meses por una pubialgia) y de haber empezado tarde la temporada, en octubre, nunca imaginé esta película: capitán, try, campeón de Francia. Hace seis meses, no lo habría anticipado.

-¿Volviste a ser el de antes? Hiciste un try clave, metiéndote en medio de la defensa, como a Francia en el Mundial 99...
-El juego cambió muchísimo desde el 94, cuando debuté. Pasaron 13 años, varió el juego de uno, la defensa, el físico; no tengo 21 años ni 50, voy por 31. A mí siempre me gustó jugar, atacar, ver dónde vulnerar la defensa. Lo del sábado fue un poco encontrar en un momento especial el try, pero se dio así. Hoy se da un rugby muy físico y potente, que no es una de mis características. Sí puedo decir que las ganas de ganar y competir no se me fueron. Lo que más rescato es la entrega del equipo: si fui yo el que pegó una estocada es porque no nos rendimos nunca. Para mí fue algo muy especial.

-¿Por algo en particular?
-Porque uno tiene que competir contra todos: el sistema, tus mismos fantasmas para superarte. Si no, sos un mediocre. Que uno busque motivaciones por algo que dicen distintas personas de la aristocracia del rugby argentino está bien. Por ahí me gusta motivarme así, pero va por mí. La historia del sábado me va a quedar a mí. Que digan que la paso mal, que soy marketinero o me dedico a ser sindicalista en Los Pumas... Todos los días hay algo distinto.

-¿Por qué lo decís? ¿Te sentís cuestionado?
-Si estás en mi posición tenés que demostrar todo el tiempo que sos el mejor, y ése es el desafío. Como el año pasado, que estuve cuatro meses parado y decían que no podía jugar con Inglaterra (NdeR: fue la figura en la victoria de Los Pumas). Es un desafío constante y tenés que demostrar que estás. Si no, te pasa por arriba el sistema o entrás en una zona de mediocridad. Sigo luchando por hacer cosas que queden grabadas en la historia, trato que mi carrera sea así: ser cada día mejor.

-Vos capitán; Hernández, el mejor jugador del torneo; Roncero y Pedro Ledesma titulares; Corleto y Borges en el plantel... En Clermont, Mario Ledesma, Scelzo y Longo... ¿Qué representa tantos argentinos en la final de Francia?
-Es algo muy importante tantos argentinos jugando un torneo como éste, en situaciones clave. Un honor para nosotros y para el rugby argentino.

-No es casualidad que los clubes europeos busquen argentinos...
-No tengo dudas de que por el trabajo de los clubes argentinos se logran cosas muy especiales en el jugador, lo cual es importante en Europa. Pero también es fundamental que los jugadores en el país logren madurez en el juego, para no quedarse en el camino.

-Te vas de Stade Francais en este momento... ¿No es medio raro?
-Me voy porque cumplí un ciclo. Logré lo que quería, salvo la Eurocopa, que se me fue en la final del 2005. Psicológica y físicamente no estaría para encarar un nuevo torneo de Primera o Eurocopa, pero sí me interesaría una historia con el primer club de Francia, Racing; puede pasar algo interesante. Más que nada como un referente y pudiendo ayudar a que el club vuelva a estar en la elite.

-Pero es un equipo de Segunda división...
-Es otra clase de desafío, otro tipo de presión. Más hacer un grupo o un equipo que buscar una Eurocopa.

-¿Te estás retirando?
-Mirá, nunca soñé terminar así, porque mi tema con los clubes terminó y fue algo increíble. Son etapas. Se terminó la búsqueda de títulos.

-Te estás retirando...
-Y, es medio un retiro, sí. Por eso todavía no tengo club para el año que viene. Puede ser el Racing... Dejo esa opción porque quiero seguir jugando para divertirme, por el proyecto, para subir un club a Primera.

-Va encadenado a si seguís en Los Pumas tras el Mundial. Sabés que mucho depende estar en un club grande y en plena competencia fuerte...
-Para mí, Los Pumas van hasta el Mundial. Después veré lo que quiero. El sábado terminó una etapa y en el Mundial termina otra. Pero sería una falta de respeto decir si dejo o no. Esta vez, como me conozco, dejo que las etapas pasen. En todo caso, lo de Racing será otra historia después del Mundial. El 2008 lo veo lejano. Años luz. Hoy no puedo analizar ni de casualidad qué hago con Los Pumas después del Mundial.

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